Si lo piensas servir o ayudar no es lo mismo.
También si hablamos de ello pensando en el coaching.
Supongo que tú también habrás crecido con la idea que aquel que ayuda al prójimo es una gran persona y hace algo de utilidad para los que le rodean.
Ayudar es por tanto algo que siempre ha sido visto como una acción positiva.
Y sin duda lo es.
Aunque la realidad sea distinta cuando piensas desde qué lugar ofreces esa ayuda.
Cuando crees que tienes algo que el otro no tiene o no puede generar, estás ayudando.
Si das desde una posición privilegiada porque tienes más, estás también ayudando.
El problema es que la ayuda suele quedar en una aportación unidireccional que soluciona un hecho puntual.
Incluso aunque la ayuda sea estructural.
Sin potenciar los recursos del que es ayudado.
Debe quedar claro que el que ayuda lo hace con la mejor intención.
Pero a veces no piensa que servir o ayudar no es lo mismo.
Tampoco en coaching.
Porque ayudar se basa en la desigualdad y el coaching es un proceso entre iguales.
Donde el coach camina a tu lado y no desde una posición superior.
El dilema de servir o ayudar en coaching
El coaching es un proceso creativo y de transformación donde el coach te acompaña a donde tú quieres llegar desde la situación en la que te encuentras.
Evidentemente las palabras las definimos cada uno de nosotros desde nuestro propio mapa mental.
Pero la ayuda suele surgir de una posición de fortaleza respecto al que es ayudado.
Lo que dice más de tu motivación al ayudar que de la motivación del que es ayudado.
Por eso entre servir o ayudar, yo elijo servir.
¿Ayudas a reparar o sirves para que el otro lo aprenda?
Porque el servir empodera al que sirves.
Centrándose en su propia motivación e interés.
Ayudándole a conseguir los recursos que necesita para solucionar el problema o la situación que quiere mejorar.
Servir es un acto recíproco basado en la compasión y la aceptación tuya y del otro.
El coach te sirve y crece contigo con su servicio.
Además, te sirve desde el no juicio.
Algo que es mucho más difícil desde el lugar donde nace la ayuda.
Por eso cuando un coach te sirve lo hace desde su persona.
Con todo lo que es.
Ofreciéndose incondicionalmente para conseguir tu mejor versión.
Desde la suya.
La responsabilidad es entonces totalmente tuya.
La ayuda te exime de esa responsabilidad porque al final recibes una ayuda delimitada por la fortaleza del otro.
Y no por su disposición.
El coaching como servicio a la sociedad
Por esta razón el coaching de calidad es un servicio indispensable en la sociedad que vivimos.
Servir acompañando en el camino es la motivación del coaching no directivo
Donde la crisis del coronavirus ha dejado tantas personas sin rumbo ni dirección.
De ahí la importancia del coaching en estos momentos.
Desde el compromiso por servir.
Porque decidir si servir o ayudar puede marcar la diferencia en el resultado de tu acción.
Pero también en el que da el primer paso hacia una u otra.
Servir conecta.
Ayudar crea dependencia.
El que sirve crece y hace crecer.
Quien ayuda arregla algo que se ha etiquetado como roto de antemano.
La ayuda se pide.
El servicio se recibe.
Para cambiar la sociedad todos juntos de la mano del coaching.
¿Y tú?
¿Sirves o ayudas?