Dejar de procrastinar es más fácil de lo que puedes pensar en un principio.

Para ello debes entender de dónde viene esta tendencia y los beneficios que te está aportando.

Un mecanismo que utilizamos de manera recurrente en el mundo del coaching.

La gestión emocional es también importante porque alrededor del postergar, hay una serie de elementos que tiene que ver con esta a corto plazo.

Imagina esa tarea que evitas hacer habitualmente.

Esa que te cuesta tanto pero que si lo piensas, en realidad no requiere de mucho esfuerzo.

culpar a los demas y asumir tu responsabilidad

Sin embargo, la sigues dejando sin hacer.

Posiblemente porque es una tarea que es poco agradable en sí, aunque el resultado que conllevase el hacerla sea positivo.

Y te sientes mal.

Muy mal.

Más, cuando repites ese círculo vicioso en el que dejar de procrastinar es cuando menos una quimera.

Entre realidad te sientes mal por algo más que por no haber hecho la tarea.

Sino porque te cuesta gestionar emocionalmente lo que supone la tarea en sí.

Y porque estás primando la incapacidad te gestionar estados negativos a corto plazo (hacer la tarea) con los resultados positivos a largo plazo (los beneficios de hacerla).

Dejar de procrastinar para reducir tu estrés

Elegir el beneficio a corto plazo de no hacer una tarea, es un beneficio ficticio.

La razón es muy sencilla.

Te sientes bien por un instante al no tener que pasar por el momento de hacer la tarea, pero en seguida te sientes mal por no haberla hecho.

Una tormenta perfecta que crea impotencia.

Problemas de autoestima.

Y también estrés.

Cada vez más estrés.

quejarse por todo en coaching
Lo que te lleva a seguir posponiendo la tarea para huir de ese estado negativo.

Lo más curioso de todo es que quieres dejar de procrastinar.

Porque sabes que no te hace nada bien.

Y porque también sabes que eso reduciría tu estrés de manera considerable.

Ya que el estrés en este caso está relacionado con la percepción que tienes sobre ti, tus expectativas y la forma en la que te relacionas con quién estás siendo en el momento en el que procrastinas.

Una imagen muy alejada de tu ideal, ¿verdad?

Cómo romper la adicción a la procrastinación

Has leído bien.

Procrastinar es adictivo.

Porque ello te produce una recompensa inmediata al no tener que afrontar algo que subyace y que te hace sentir mal.

Para ello debes identificar qué es eso que te hace sentir mal.

Siendo consciente del daño que produce a tu yo futuro.

Desde la comprensión de la recompensa que conlleva la procrastinación, podrás crear un hábito nuevo que lleve asociado una recompensa mayor.

Lo que hará que puedas dejar de procrastinar.

En un proceso de coaching, esto es un tema recurrente.

Que con un buen acompañamiento profesional tiene una solución sencilla.

La clave está en atreverse a dar el paso que te haga salir de la cómoda adicción que supone la procrastinación.

¿A qué esperas para darlo?

es_ESEspañol
Suscríbete a mi blog de coaching

Suscríbete a mi blog de coaching

Y recibe en tu correo artículos inspiradores sobre coaching además de ofertas exclusivas solo para sucriptores.

Tus datos están seguros conmigo. Odio el SPAM tanto como tú.

Tu suscripción se ha procesado correctamente. ¡Muchas gracias!

Comparte esto

Share This

Share this post with your friends!