Poner límites es una opción que te han dado siempre para conseguir ser feliz.
Vivimos en una sociedad marcada por los límites en casi todos los aspectos de tu vida.
El trabajo.
Las amistades.
Tus cualidades.
La libertad tuya y de los que te rodean.
Sin embargo, el poner límites para conseguir ser feliz, es una creencia que no se cumple casi en ningún caso.
Sé que esta afirmación te puede resultar algo controvertida.
Pero si lo piensas, los límites te hablan siempre de barreras infranqueables.
De resistencia.
No dejar entrar para no tener que salir.
Una forma desesperada de definir tu identidad a costa de no construirla desde la base del contacto con los demás.
Actitud que te aleja de una vida plena, como lo hace de conseguir ser feliz en tu día a día.
Poner límites para defenderte del mundo que te rodea
Posiblemente desde que tienes uso de razón, has escuchado lo importante que es poner límites.
Para tu autoestima.
Preservar tus derechos.
O encontrar tu sitio en una sociedad donde cada vez es más importante alejarse para encontrarse.
Sin embargo los límites requieren de algo que te aleja de ser feliz: la inflexibilidad.
Porque la vida está hecha de líneas circulares.
No de muros rectos e infranqueables.
Donde las fronteras no son más que construcciones mentales que no hacen más que beneficiar la desconexión del mundo que te rodea.
Defenderte a costa de limitarte, es una forma de esconderte.
Y la felicidad no se encuentra dentro de los límites de tu seguridad artificial creada a base de barreras emocionales.
Por eso es importante que sepas que para conseguir ser feliz, poner límites no es la mejor de las estrategias.
Ya que la felicidad se apoya en otro tipo de energías que enlazan con la confianza, la curiosidad o la compasión.
Hacia ti y los que te rodean.
Tan fácil y complicado a la vez.
Conseguir ser feliz desde tu apertura
La felicidad es posiblemente uno de los objetivos vitales que todos tenemos en común.
Nadie tiene una receta mágica para conseguirla.
En el coaching profesional sabemos que ese anhelo está detrás de casi cualquier objetivo que te propongas en la vida.
Por eso es importante utilizar la estrategia adecuada para ello.
Quererte más pasa por querer más a los demás.
Conseguir ser feliz también está relacionado con hacer que los demás también lo consigan.
Es nuestra humanidad compartida la que genera y mantiene nuestra felicidad.
Algo que no entiende de poner límites.
Desde el respeto se consigue ser respetado.
Como le ocurre a la felicidad.
No le pongas límites.
Aprende a compartirla.
A compartirte.
Y solo cuando no sepas cómo conseguirlo, estarás en el camino para conseguir ser feliz.
Sin limitar ni limitarte.