Todos los tipos de coaching existentes tienen una base común.
No solo en cuanto a su filosofía sino también al resultado que persiguen.
Conseguir resultados.
Llevarte hacia donde quieres estar en el futuro desde la situación actual.
Cada tipo de coaching tiene su magia
Aunque esta es la base de cualquier tipo de coaching, es cierto que existen ciertos matices dependiendo de la persona o grupo al que sea aplicado.
Algo que no debes confundir con el sector en el que un coach puede estar especializado.
Ya que en principio todos los sectores pueden obtener beneficios de los distintos tipos de coaching.
Lo que no significa que el coach deba ser un especialista en el sector.
Porque todo coach profesional está capacitado para trabajar en cualquier temática por muy alejada que esté de sus propias experiencias.
La razón es muy sencilla: en coaching tú tienes las respuestas.
Tu coach las preguntas.
De todas maneras, no cabe duda de que hay clientes que se sienten más cómodos con un coach que conozca el sector donde desempeña su actividad.
Los tipos de coaching más utilizados
En una profesión tan flexible y adaptada a las necesidades individuales del cliente, casi podríamos afirmar que hay tantos tipos de coaching como clientes.
Pero evidentemente esto no te da una idea de las áreas principales que tratan.
Los principales tipos de coaching son siete:
- Personal
- Ejecutivo
- Empresarial
- De equipos
- Grupos
- Educativo
- Deportivo
Cada uno de estos tipos, conocen especializaciones que pueden ser tan definidas como la especialización del sector requiera.
Aun así, todo coach profesional puede realizar cualquier trayecto de coaching sin tener conocimiento explícito del sector al que este es aplicado.
Esto se debe a la naturaleza del propio coaching ya que tu coach te acompañará para explorar tu propia realidad personal y/o laboral.
Para que sepas más sobre los seis principales tipos de coaching, a continuación, tienes una breve explicación de todos ellos.
Coaching personal: tus objetivos te guían
Conocido también como lifecoaching, este es uno de los tipos de coaching centrados en cualquier tipo de objetivo o meta personal.
La parte más importante es la de definición de tus objetivos y llevarlos a cabo.
Pero ten en cuenta que el camino hacia ellos es lo más importante.
Es donde se realizan los descubrimientos que te hacen aprender y crecer.
Traduciéndose este proceso en la consecución de tus metas.
El coaching personal puede ser aplicado en cualquier sector y casi con todo tipo de fin.
No hay objetivo pequeño.
Solo sueños sin cumplir.
Coaching ejecutivo: construyendo el líder del futuro
Cada vez más personas con responsabilidad ejecutiva necesitan del apoyo de un coach.
La razón es muy simple.
Una realidad cambiante en nuestra sociedad hace que las empresas demanden cada vez más de estos puestos especializados.
Que tienen necesidades específicas de desarrollar otro modelo de liderazgo para conseguir mejores objetivos en sus empresas.
El coaching ejecutivo es una relación uno a uno entre coach y ejecutivo.
Donde el directivo, gerente o mando obtiene acompañamiento individual para maximizar su potencial desde la perspectiva de la empresa y el sector en el que trabaja.
Coaching empresarial: la empresa del siglo XXI
El coaching empresarial es diferente al coaching ejecutivo, aunque ambos se desarrollan en el mismo medio.
En este caso el coach acompaña a la empresa para definir estrategias que mejoren los sistemas y/o procesos de trabajo de la misma.
Los temas para tratar son muchos y este es uno de los tipos de coaching que más se emplea en las empresas a nivel europeo.
Desde la mejora del clima laboral hasta una reestructuración o cambio de cultura corporativa.
Todo tiene cabida en esta forma de ayudar a las empresas a cumplir sus objetivos.
Y a convertirse en las empresas del siglo XXI.
No importa el sector en el que se encuentren.
Coaching de equipos: la fuerza del trabajo conjunto
El coaching de equipos trabaja desde una perspectiva diferente que el coaching individual.
Un equipo es un sistema que tiene sus propias leyes.
Algunas son anteriores a la formación del equipo.
Pero muchas de ellas evolucionan y se crean a medida que el equipo evoluciona como sistema.
Es por esto por lo que el equipo desarrolla su propio sistema de valores y creencias, algo que no siempre se ve afectado o influido por las creencias o valores de los miembros del mismo.
Esto hace que se produzcan fricciones o resistencias que eviten al equipo trabajar de manera óptima.
Por eso el coaching de equipos es uno de los tipos de coaching más complejos y multidisciplinares.
Del que muchas organizaciones se están aprovechando ya en la actualidad.
Coaching de grupos: Individuos unidos por una causa común
El coaching de grupos introduce un factor diferente al de equipos.
Este tipo de coaching está más orientado a la colaboración personal de los miembros del grupo.
Enfocado al trabajo y al desarrollo personal y colaborativo.
El grupo suele formarse con un interés común.
Y por eso es importante el papel del coach en el mismo, ayudando a las personas a conocerse a sí mismas.
Mejorando así las relaciones interpersonales y el bienestar individual.
Lo que se traduce en una integración mejor en el grupo fomentándose así el aprendizaje colectivo.
Coaching educativo: aprender a enseñar o, todo lo contrario
En la educación se utiliza el coaching especialmente como acompañamiento de los estudiantes para alcanzar sus objetivos académicos.
Pero no solo para eso.
El descubrimiento personal, la autonomía o el desarrollo de estrategias de aprendizaje forman parte del trayecto.
Este es uno de los tipos de coaching que más se apoya posiblemente en la inteligencia emocional y el uso del lenguaje como parte de nuestra programación neurolingüística.
Herramientas muy poderosas que se usan en cualquiera de los ámbitos del coaching.
Pero que cobran especial relevancia cuando se trabaja con estudiantes en el entorno educativo.
Coaching deportivo: buscando la mejor versión para competir
Este es posiblemente el tipo de acompañamiento que te resultará más familiar.
De hecho, el coaching tiene sus orígenes en el desarrollo de las habilidades deportivas para facilitar el más alto rendimiento del deportista.
El control de las emociones, la presión o la gestión del talento, son partes muy importantes del coaching deportivo.
Pero por encima de todas está el conseguir competir en el más difícil de los juegos.
El juego interior.
Y es ahí donde no solo un deportista, sino tú también, podéis sacar el mayor rendimiento del coaching.
Para alcanzar tu mejor versión y ganar donde te lo plantees.