Para huir de la perfección no hay nada como conseguir la excelencia.
En tu forma de pensar.
De ser.
También de sentir.
Porque si aún no lo sabías, la perfección no existe.
Como lo oyes.
Aún así sigues dejando que el perfeccionismo sea la exigencia de tu día a día.
Haciendo que el estrés que supone no cumplir esas expectativas te paralice.
a revisar esa forma de actuar y resistir para que seas capaz de conseguir la excelencia. Desde el coaching te acompañamos
Porque esta si que existe.
Y está dentro de ti.
¿Sabes cómo hacerlo?
Conseguir la excelencia en tu día a día
Aristóteles decía que la excelencia no es una forma de actuar sino un hábito.
Una frase que describe el proceso para acercarse a esta desde la práctica diaria.
Usando tus capacidades como herramientas poderosas que te permitirán conseguir lo que te propones.
En la excelencia no cabe la exigencia.
Ya que esta funciona como estrategia opresiva para avanzar a costa de tus propios valores.
Algo que puede funcionar aplicando grandes dosis de disciplina.
Pero que a la larga te pasará la factura de la desmotivación por la falta de resultados idealistas que implica.
Por ello conseguir la excelencia necesita de un primer paso.
Huir de la perfección.
Una elección hacia tus capacidades y una puerta abierta al aprendizaje, a la creatividad y la autocompasión incondicional.
No eres lo que haces.
Eres lo que te permites vivir desde tu ser.
Y para permitirte debes aprender a aprender.
También a fallar.Como parte del proceso para conseguir la excelencia.
En el fondo la excelencia es dar lo mejor de ti.
Sin pretensiones.
Con sinceridad y compromiso.
Viendo en cada error una oportunidad y en cada fracaso una nueva forma de volver a caminar hacia tu éxito.
Y no el de los demás.
Mejorar es acercarse a la excelencia.
Como lo es la confianza y la proactividad.
Ya que para conseguir la excelencia solo tienes que ser más de lo que haces.
Solamente.
El proceso de huir de la perfección
Conseguir la excelencia pasa por huir de la perfección.
Descartarla como falso método de motivación.
Una mentira que te cuentas para evitar agradecer sin condiciones lo que eres.
La perfección puede ser también para justificar aquello que no puedes conseguir.
O no quieres conseguir.
Puedes ser lo que tú quieras.
Sin necesidad de hacerlo.
Y este es el secreto para conseguir la excelencia.
Desde la motivación de crecer y salir de tu zona de confort.
La generosidad que necesitas para ello empieza por ti.
No la busques en los demás ni proyectes esa necesidad en los que te rodean.
Solo tu puedes conseguir la excelencia.
La tuya.
Déjate huir de la perfección.
Ese es el verdadero camino para obtener lo que te propongas.
Y solo entonces, lo conseguirás siendo y sin hacer.